26 nov 2016

27/08/2016 Esculturas Montjüic VI: Tors de l’estiu

"Tors de l’estiu es una estatua de bronce (Venus) situada en el Mirador del Palau Nacional, una obra de (1911), la única obra de este autor que existe en Barcelona".

Ver: http://www.sitiosdebarcelona.net/2012/05/tors-de-lestiu/ 

"Escultura de quita y pon:
“Los empresarios se implicaron en el proyecto olímpico y crearon una agrupación, presidida por Carles Ferrer Salat. Cuando ya teníamos encima los Juegos y todas las inversiones estaban en marcha, la agrupación debía disolverse. Antes de que eso ocurriera, Ferrer me convocó en su despacho del Banco de Europa, donde, por cierto, me llamó extraordinariamente la atención un cuadro que me pareció de El Greco, y me ofreció la posibilidad de invertir unos 50 millones de pesetas que aún no habían tenido destino. Simultáneamente a las obras olímpicas, habíamos incorporado esculturas en las calles, pero piezas de calidad, no de autores de segunda categoría, y siempre me extrañó que Barcelona no tuviera una escultura de Arístides Maillol, un escultor tan próximo a Catalunya y que había representado la figura femenina con tanta perfección. Ferrer aceptó que compráramos una escultura suya y la colocáramos frente al Museu Nacional de Montjuïc.

“Localizamos una pieza con la posibilidad legal de realizar una nueva copia y la encargamos. Al acto de inauguración debían asistir los Reyes, que ya se habían instalado en Barcelona, pero cinco días antes de la fecha fijada, la escultura no había llegado y no podía llegar porque había problemas en la fundición. Así que nos encontramos con el acto programado, y los Reyes, el alcalde, las autoridades y los empresarios convocados para la inauguración,… pero sin nada que inaugurar. Al final localizamos una copia de bronce de la misma escultura, propiedad de una empresa francesa que se avino a prestárnosla para la fecha prevista, con el compromiso de devolverla cuando llegara la nuestra. Ferrer Salat entendió lo delicado de la situación, dio el visto bueno al trueque, me advirtió que más valía que saliera bien y me pidió que no se lo dijéramos a nadie. La inauguración se llevó a cabo sin problemas y, cuatro o cinco días más tarde, la copia prestada se sustituyó de madrugada por nuestra hermosa escultura Tors de l’estiu, cuya sola contemplación bien merece desplazarse hasta Montjuïc. Solo Ferrer Salat, los hombres de la grúa y yo supimos lo que había ocurrido.”

Ver: http://lamentable.org/el-proceso-de-las-obras-olimpicas-a-examen-con-jose-antonio-acebillo/ 







07/2022




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