10 nov 2017

11/07/2017 Centre Cívic La Sedeta

"El Centre Cívic La Sedeta ocupa una parte de la antigua fábrica de tejidos Pujol y Casacuberta. La empresa, creada en 1899, fue de las primeras en Europa en producir tejidos de seda cruda, shantung, en telares mecánicos. De ahí que la fábrica se conozca popularmente como La Sedeta.La transformación de la fábrica de La Sedeta en equipamientos sociales fue el resultado de la reivindicación que los vecinos y vecinas del Camp d´en Grassot y de la Sagrada Familia mantuvieron con esfuerzo y convicción durante tres años.Las movilizaciones comenzaron en marzo de 1975, cuando bajo la alcaldía del alcalde Masó los terrenos fueron desafectados como espacio de uso público y los propietarios consiguieron un certificado que les aseguraba que en la próxima revisión del Plan Comarcal el solar sería edificable.En 1976 la Caixa d’Estalvis de la Diputació (hoy Caixa de Catalunya) compra La Sedeta y presenta el proyecto para construir un edificio de ocho plantas con 260 pisos. Al iniciarse las obras de derribo, los vecinos organizados en movimiento y bajo el lema "La Sedeta para el barrio" ocupan la fábrica, paralizan las obras y fuerzan así reuniones entre diversas instituciones públicas y la Caixa d’Estalvis Provincial que culminarán en la compra del solar por parte del Ayuntamiento.Fruto de esta histórica reivindicación, el 25 de mayo de 1985 el alcalde Pasqual Maragall inauguraba el Centro Cívico La Sedeta. Cuatro mil metros cuadrados de la antigua fábrica Pujol y Casacuberta dieron cabida al nuevo equipamiento municipal. El resto de la fábrica ya se había transformado en una escuela y en un instituto.Pocas veces un edificio ha forjado el carácter de un vecindario como lo ha hecho La Sedeta con los vecinos y vecinas del Campo de Grassot, para acabar convirtiéndose en patrimonio de todos ellos, de toda Barcelona. Fueron ellos, los vecinos y vecinas del Camp d´en Grassot, los que salieron a la calle, los que lucharon para conseguir un nuevo equipamiento para el barrio. Y todo este esfuerzo no se puede olvidar."

Ver: http://ajuntament.barcelona.cat/ccivics/lasedeta/p/57/el-patrimoni 

"LA SEDETA, LA FÁBRICA TEXTILEn el siglo XIX en Catalunya el mundo de la sedería fue uno de los sectores más destacados en la industria textil. A lo largo de ese siglo, la sedería catalana creció en torno a la producción del color negro, con artículos clásicos como eran los velos, las mantillas y los artículos de duelo. En Gràcia destacó el fabricante sedero Francesc Vilumara, aunque su fábrica sería derribada a principios del siglo XX (1907), para trasladarse al próximo Hospitalet de Llobregat.

Unos años antes la sociedad Pujol y Casacuberta ampliaba sus instalaciones textiles del Poblenou (calle Dos de Mayo) adquiriendo un amplio solar situado en el límite del antiguo barrio d´en Grassot y el antiguo pueblo de Sant Martí de Provençals . Era el año 1900. Primero levantó allí el edificio correspondiente al acceso correspondiente al chaflán de la calle de la Industria, después construyó la primera nave de la calle de Sicilia y fue añadiendo diferentes naves que cerraban el solar correspondiente a las fachadas de las calles de
Sant Antoni Maria Claret y la del Passatge Llavallol, y la remonta de la nave de la calle de Industria (1942).El conjunto industrial de Pujol Casacuberta se dedicó desde un primer momento el hilado, el tejido y el teñido del algodón, la lana y la seda (artificial y natural), siendo este último uno de los principales productos, lo que, además, la diferenciaba de otros conjuntos textiles ubicados también en Gràcia pero que no trabajaban con seda. Estos hechos posiblemente favorecieron el apodo de La Sedeta, que se ha prolongado a lo largo de su trayectoria como fábrica hasta su cierre definitivo en 1975, y que se ha conservado hasta nuestros días, en pleno siglo XXI.


Las primeras décadas del siglo XX significaron la consolidación de La Sedeta como fábrica textil, aprovechándose del parón que sufre el sector textil europeo, producido por la primera Guerra Mundial (1914-1918). Apenas terminada la primera guerra mundial, Salvador Casacuberta remodeló parte de la maquinaria de la fábrica, adquiriendo máquinas procedentes de Europa (especialmente de Alemania), lo que produjo la marcha del otro propietario, el señor Pujol. Y así, en 1927, la plantilla de La Sedeta ya era de más de un millar de trabajadores, lo que conllevaba el funcionamiento de la fábrica casi las 24 horas del día de lunes a sábado, para poder responder la elevada demanda de tejidos. El crecimiento de la Sedeta se prolonga hasta los primeros años de la década de los treinta, coincidiendo con el desarrollo de la sedería en Catalunya, vinculado a la creciente producción de tejidos de mezcla, donde el hilo de seda se mezclaba con el de algodón y de lana.Pero la guerra civil (1936-1939) supuso una reducción del ritmo productivo de la Sedeta, se trabajaban muchas menos horas, la plantilla se redujo drásticamente y faltaban la mayoría de los hombres, que estaban en el frente. Además, la electricidad y el carbón escaseaban. Asimismo, la producción de La Sedeta especializó en tejidos militares, aún hoy antiguas trabajadoras de la fábrica evocan los capotes y otros elementos de la indumentaria militar, o el tejido para hacer los paracaídas. Durante la guerra, la sirena que cotidianamente marcaba el final y el principio de cada turno, se utilizó también para avisar de los bombardeos.


Terminada la guerra civil, la Sedeta recuperó su ritmo poco a poco. Afortunadamente, la fábrica y, en especial, la maquinaria, no habían sido muy dañadas por la guerra. Su propietario, Salvador Casacuberta, recuperó la gestión absoluta de la fábrica, pero su muerte en los primeros tiempos de la posguerra supuso que su hermana, la señora Josepa Casacuberta, asumiera la propiedad. En 1944, la empresa se convierte Manufacturas Textiles S. Casacuberta, Sociedad Anónima, manteniendo el despacho en el Eixample textil barcelonés, concretamente en la calle Ausiàs Marc 37. La plantilla de trabajadores se va ampliando poco a poco, a medida que la electricidad y el carbón se liberan de las restricciones de la posguerra.
 
Ya en la segunda mitad del siglo XX, los turnos de trabajo se reducen a ocho horas y las condiciones laborales mejoran, los sueldos suben lentamente y la propiedad acondiciona espacios dentro de la fábrica, como son la enfermería, los comedores y las duchas para mujeres y para hombres. Aún así, la plantilla de la Sedeta no se mantiene ajena a los pocos brotes reivindicativos de la clase obrera barcelonesa, participando incluso en algunas huelgas, como la de 1951.


La producción de la Sedeta se prolongaría hasta la década de los setenta, cuando la propiedad optó por trasladar la fábrica fuera de la ciudad de Barcelona, ​​concretamente en San Vicencs de Castellet (Bages), donde años después también cerraría la fábrica. Se empieza a reducir y despedir la plantilla de trabajadores y trabajadoras. En los últimos tiempos la fábrica funcionaba ya sólo como almacén, hasta que cierra definitivamente en 1975. Era el final de una fábrica en Gràcia. Pero era también el principio de una historia distinta, la reivindicación de un hipotético equipamiento, que con los años se consolidó y del que aún hoy podemos disfrutar en el barrio del Camp d´en Grassot.Mientras tanto, el solar que ocupaba la Sedeta era vendido a una entidad bancaria, concretamente la antigua Caja de Ahorros Provincial de Barcelona, ​​que proyectaba un conjunto de viviendas, obra de los arquitectos Guillermo Giraldez y Pedro López Iñigo, que nunca sería ejecutado. 
Pero un intenso movimiento vecinal reivindicativo favorecerá que el Ayuntamiento de Barcelona expropie el solar y parte de las edificaciones de la fábrica para construir equipamientos educativos y sociales por el barrio, en concreto la Escola La Sedeta, el Institut La Sedeta y el Centre Cívic la Sedeta, además de la plaça la Sedeta, según proyecto de los arquitectos Ricardo Fayos, Pere Giol, Ferran y Xavier Listosella

El proyecto fue finalista del Premio FAD 1985. 
Carolina ChifoniHistoriadora del Arte"

Ver: http://ajuntament.barcelona.cat/ccivics/lasedeta/p/58/la-historia-de-la-fabrica

Gracias a Jaume Urpi Lluch.  
"els treballadors de Casacuberta varem marxar de Barcelona el Agost de 1977 no el 1975, el 1975 es va treslladar els telers. Tints aprestos i acabats el 1977."
"los trabajadores de Casacuberta se fueron de Barcelona en Agosto de 1977 no de 1975, en 1975 se treslladaron los telares. Tintes aprestos y acabados en 1977."
 

 


























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